El Gobierno cubano decidió prorrogar nuevamente la importación sin carácter comercial de alimentos, aseo, medicamentos e insumos médicos como equipaje acompañado y libre del pago de aranceles.
La medida, publicada ese miércoles en la Gaceta oficial, entra en vigor el primero de abril y se mantendrá vigente hasta el 30 de junio.
Según la disposición, se autoriza “excepcionalmente y con carácter temporal” la importación “sin carácter comercial, sin límites en su valor y exenta del pago del Impuesto Aduanero” de alimentos, aseo, medicamentos e insumos médicos por “la vía de pasajeros como equipaje acompañado”.
Junto a ello, autoriza la importación de “alimentos, aseo, medicamentos e insumos médicos hasta el límite de quinientos dólares estadounidenses del valor o peso equivalente, hasta cincuenta kilogramos, en la relación valor/peso establecida por la Aduana General de la República, y exenta del pago del Impuesto Aduanero, por la vía de pasajeros como equipaje no acompañado”.
“Parte de los beneficios dispuestos se aplican con la condición de que los artículos clasificados como alimentos o aseo, así como los identificados como medicamentos e insumos médicos que integren parte del equipaje del pasajero, se presenten ante la Aduana en bultos separados del resto de los productos”, avisa el documento firmado por el ministro Vladimir Regueiro.
De la misma manera, se dispuso la “exención del pago del impuesto aduanero por los primeros 30 dólares del valor o su peso equivalente de tres kilogramos del envío y solo será aplicada la tarifa arancelaria del 30 por ciento al posible exceso”.
De acuerdo con el texto, la prórroga del plazo incluye además “la importación sin carácter comercial y exenta de pago por el impuesto aduanero de alimentos, aseo, medicamentos e insumos médicos importados por personas naturales como envíos aéreos, marítimos y postales, hasta 200 dólares estadounidenses o peso equivalente hasta 20 kilogramos”.
Exención arancelaria para importar medicina, alimentos y aseo se extiende hasta marzo
Esta exención arancelaria fue aprobada por el Gobierno cubano en 2021, en momentos en que la pandemia y las sanciones de Estados Unidos agudizaron la precariedad económica de la isla.
Desde entonces, la medida se ha venido prorrogando cada seis meses, mientras las carencias han continuado agudizándose en el país, a la par de la intensificación de una imparable crisis multifactorial.
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