Generación Eléctrica: “La crisis no ha terminado”

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La llegada de petróleo ruso está dando un respiro al sistema energético y al Gobierno cubano tras las protestas populares, destapadas por los prolongados apagones y el desabastecimiento. Pero, las dificultades no han acabado ante problemas estructurales del Sistema Eléctrico, la falta de divisas y el repunte del consumo en el verano.

Así lo reconoce el director técnico de la Unión Eléctrica (UNE), Lázaro Guerra, quien subraya que la falta de combustible fue el “elemento fundamental” tras los prolongados cortes diarios del primer trimestre.

Han sido hasta 16 horas diarias sin electricidad en decenas de miles de hogares, especialmente en la zona oriental, donde este marzo varios cientos de personas protestaron pidiendo “corriente y comida”.

Foto: Kaloian Santos Cabrera.

“El problema grave que ha marcado las afectaciones del servicio, fundamentalmente, ha sido el combustible”, indicó Guerra en entrevista.

Afirma que se trata de “una combinación” de falta de divisas y problemas logísticos. “Cuba tiene un problema financiero evidente” por su “situación económica”, apunta sobre la grave crisis que sufre el país.

La semana pasada arribó un petrolero con el primer cargamento de crudo ruso en un año, 650 000 barriles (90 000 toneladas), apenas unos días después de que se esperase en la isla a otro buque con 40 000 toneladas de diésel.

Guerra asegura que corresponde a Cupet el aseguramiento del combustible y que la UNE desconoce el plan de arribo de cargueros en los próximos meses.

A la situación, se suma el aumento de la demanda propia de los meses más cálidos del verano, ante lo cual la UNE tiene previstos mantenimientos “bastante profundos” en dos de sus siete centrales operativas para llegar con un nivel generación “positivo”.

“La crisis no ha terminado”, resume Guerra, cuyo rostro es habitual en los noticieros cubanos debido a sus partes diarios sobre los cortes eléctricos.

Independencia energética

A largo plazo, Cuba aspira a reformar sustancialmente su sistema energético, una estrategia ambiciosa, pero existe la incógnita de su viabilidad financiera.

En Cuba buque con 90 mil toneladas de petróleo ruso

El consultor cubano Emilio Morales estimó que el país necesita 10 000 millones de dólares solo para reconstruir sus termoeléctricas. Guerra asegura que esa cantidad no le parece “disparatada”, aunque no aporta otras cifras.

La estrategia estatal, agrega Guerra, busca avanzar hacia la “independencia energética” basándose en “el crudo nacional, el gas acompañante y las renovables”, con un papel destacado de la solar.

El objetivo es aumentar las renovables (ahora un 5 % del mix) para alcanzar el 24 % para 2030 y, mientras tanto, “priorizar” las termoeléctricas, porque usan crudo nacional. Las patanas, centrales flotantes, rentadas temporalmente a Turquía, se mantendrían como comodín.

Esto permitiría ahorrar divisas, además de desvelos, pues las sanciones estadounidenses dificultan la adquisición y transporte de combustible. La Isla emplea unos 2000 millones de dólares anuales en importar combustible.

No obstante, apostar por las termoeléctricas implica un financiamiento del que ahora no dispone el país. “Darle mantenimiento capital a las termoeléctricas lleva dinero. Y evidentemente el país no ha tenido la posibilidad de hacerlo”, asume Guerra.

El especialista no descarta que se necesite una nueva central durante la transición energética.

Por su parte, la solar está entrando en Cuba con un “programa muy acelerado”. La meta es instalar 2000 Megavatios (MW) hasta 2028 en 100 parques. El director técnico de la UNE dijo no estar “autorizado” a difundir la empresa y el país tras esta fuerte inversión.

Los primeros 46 parques están ya en fase de preparación y Guerra da por sentado que “este año va a entrar un nivel de generación de estos proyectos”.

Esta transición, explica, supone “retos”: de la necesidad de «estabilización» de la red por la entrada de una «fuente variable» a la búsqueda de energías complementarias para la noche.

Guerra señala que en la UNE son “conscientes” de “lo que representa la electricidad para el pueblo”. La mayoría de las protestas registradas en los últimos cuatro años, acciones inusuales en Cuba, se han iniciado en apagones.

Generación eléctrica en Cuba: ¿hay luz al final del túnel?

Subraya que las autoridades tiene en cuenta de que la electricidad, como “servicio transversal”, es “vital” para “la población” y para “la economía”. Afectar, dice, “es una tarea muy desagradable y compleja”.

Sobre las críticas porque La Habana sufra muchos menos apagones que el resto del país, Guerra argumenta que la capital “tiene un nivel de prioridad” y que, en las provincias, “se trata de planificar la afectación en función de la demanda”.

Juan Palop/EFE/OnCuba.

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