Febrero registró un desplome de las compras de carne de pollo de Cuba en Estados Unidos respecto a enero, con caídas de 47,5 % en las toneladas y de 42,4 % en valor.
Este comportamiento devuelve la actividad a los bajos niveles de noviembre de 2023, señala el economista Pedro Monreal en X, quien se apoya en cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
Para Monreal, el “bache” de febrero pudiera indicar “la fragilidad de la seguridad alimentaria en un contexto de crisis agropecuaria nacional”, dado que se trata de la principal oferta de la fuente de proteína animal de mayor consumo en la isla.
El valor de 1,21 USD del kilogramo de pollo exportado a Cuba en febrero de este año fue 9 % superior al de enero, cuando marcó 1,11 dólares por kilogramo, agrega el especialista.
A pesar de las sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos a Cuba por más de seis décadas, la compra de pollo y alimentos es una de las actividades comerciales permitidas por Washington, siempre y cuando los importadores cubanos ejecuten los pagos al contado y con antelación.
La carne de pollo es actualmente la proteína animal de más alto consumo en la isla. Su importación desde el mercado estadounidense había caído estrepitosamente en octubre de 2022, cuando el volumen mermó en un 32 %, llegando al nivel más bajo desde junio de 2020.
Compras cubanas de pollo en Estados Unidos mantienen su repunte a pesar de la crisis
Los establecimientos vinculados a mipymes y otros emprendimientos privados mantienen una oferta estable de pollo, aunque con precios que han ido en aumento en los últimos meses hasta llegar a alrededor de 350 CUP por libra.
Esta escalada responde en gran medida a las dificultades del Gobierno, atenazado por la falta de divisas en las arcas estatales y con problemas para garantizar la distribución de este producto mediante la canasta familiar normada y otras formas racionadas de comercialización.
La grave y prolongada crisis económica que atraviesa Cuba, agravada por el impacto de la pandemia, las sanciones de Estados Unidos y las dificultades e ineficiencias internas, han impactado en la disponibilidad y el precio de los alimentos y otros productos básicos.
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