Promueven campaña en EE.UU. para enviar harina a Cuba

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The People’s Forum, organización internacional con sede en Estados Unidos, lanzó esta semana una campaña para recaudar fondos y enviar a Cuba 800 toneladas de harina de trigo como ayuda humanitaria legal.

“Let Cuba Live: Bread for Our Neighbors” (Dejen a Cuba vivir: pan para nuestros vecinos) es el nombre de la campaña, cuyo objetivo es enviar un cargamento de harina que brinde cobertura a la isla para la producción de pan durante un mes.

“¿Qué harías si tu vecino estuviera pasando hambre? Esto no es una hipótesis, ahora mismo el Gobierno de Estados Unidos quiere matar de hambre deliberadamente al pueblo cubano”, comienza el lanzamiento de The People’s Forum, en el que hacen referencia a las consecuencias del embargo, las sanciones económicas y la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.

“Hacemos un llamado para que te unas a miles de personas para hacer una donación (…) La generosidad tendrá un gran impacto. Una donación de 100 dólares compra suficiente harina de trigo para producir 70 000 panecillos”, precisa la convocatoria, en la que reconocen que el embargo sí tiene una incidencia en la postura de las compañías a la hora de hacer negocios que involucren a Cuba.

“A modo de ejemplo, en las últimas tres semanas llamamos a 14 empresas de cereales de Estados Unidos ofreciendo pagar el precio del mercado por harina de trigo para enviar a Cuba como ayuda humanitaria urgente. No hemos recibido ni una sola respuesta positiva”, apunta The People’s Forum.

Hasta este sábado en la tarde, más de 600 personas habían realizado donaciones para un total recaudado de más de 135 mil dólares.

Harina, precios y crisis: el pan se suma a los productos que escasean en Cuba

Cuba ha afrontado múltiples dificultades para acceder a los financiamientos necesarios para la compra de harina, lo cual ha provocado atrasos en la producción de pan en casi todas las regiones de la geografía nacional, aunque La Habana ha tenido niveles de afectación mucho más bajos que el resto de las provincias.

En los dos últimos meses, diversos territorios debieron limitar la entrega del pan de la canasta básica solo a los menores de edad. Otras provincias decidieron recortar su producción y distribuir en días específicos de la semana.

La situación tuvo un alivio a inicios de marzo, cuando un barco con 8300 toneladas de harina de trigo llegó a Cuba. Este cargamento permitió estabilizar la producción de pan para la canasta familiar en la zona oriental del país, según reportaron fuentes oficiales.

Posteriormente, un donativo de 235 toneladas de harina procedente de San Vicente y las Granadinas también llegó al puerto del Mariel, mientras se descargaron otros barcos en el puerto de Cienfuegos que propiciaron una recuperación paulatina de los atrasos que se venían evidenciando en la producción para el centro y el occidente de la nación.

En los últimos meses, dificultades con los embarques planificados que daban continuidad a la producción de harina de trigo en el país, provocaron que no existiera suficiente disponibilidad para garantizar el demandado producto, informó entonces Zaily Pérez Hernández, directora comercial de la Empresa Cubana de Molinería.  

Barco con 235 toneladas de harina rumbo a Cuba desde San Vicente y las Granadinas

No obstante, los problemas de Cuba en este asunto han sido constantes desde el pasado año. El 2023 estuvo marcado por la imposibilidad de garantizar, en varias ocasiones, las 700 toneladas diarias de harina requeridas para la producción del pan normado y para el llamado consumo social (salud pública, merienda escolar y otros).

Mensualmente se necesitan en Cuba 20 mil toneladas de harina solo para producir el pan que garantiza la canasta familiar, de acuerdo con cifras oficiales.

La isla cuenta con cinco molinos para procesar el trigo, tres en La Habana, uno en Cienfuegos y otro en Santiago de Cuba, aunque en los últimos tiempos solo ha estado activo el cienfueguero.

El Gobierno insiste en que se buscan alternativas para facilitar la compra de harina, en la que interviene también el sector privado, el cual posee una cadena de pequeños negocios donde se comercializa el producto a precios de mercado. 

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